Desde el momento de la recepción de la prenda, nuestro personal de mostrador, altamente cualificado, asesorará al cliente, inspeccionará e identificará posibles manchas, y comenzará un proceso cuyo objetivo final será la satisfacción del cliente.
Después de seleccionar el tipo de limpieza más adecuado y clasificar la prenda por color o tejido, se realiza un desmanchado manual de las manchas. Ello nos permite la eliminación de substancias que no se consigue en una limpieza normal. El posterior proceso se realiza en nuestras máquinas de última generación, con disolventes adecuados y SIN adición de agua en los aditivos ni reforzantes. Ello nos produce más trabajo artesano pero absoluta seguridad en que las prendas no sufran encogimientos ni afieltramientos
Una vez las prendas limpias, con los colores vivos y el tacto suave y esponjoso, pasan a nuestro planchado artesanal. Personal altamente profesionalizado, planchas con la última tecnología que permiten el caudal exacto de vapor, aspiración y soplado de las mesas de planchado, utilización de apresto y plantillas siliconadas, permiten una calidad excepcional en el acabado del planchado de la prenda sin incurrir en defectos como brillos, dobles líneas, etc.
Continuamos con la eliminación de pelusas y bolillas, un proceso totalmente manual que redondea y perfecciona el acabado final de la prenda, con cepillado posterior de las lanas.
Como punto final, último control de calidad, que nos permite repasar, mejorar y solucionar pequeños detalles y si fuese necesario, repetir todo el proceso de nuevo, sin coste adicional para nuestro cliente para conseguir la mejor calidad.
Para terminar, embolsado y/o emperchado de las prendas, gestionadas por nuestro sistema informático para localizar en todo momento y rápidamente cualquier prenda para poder realizar la entrega de prendas en percha, paquete o bolsa, para la total satisfacción y comodidad de nuestros clientes.